El Centauro Bigotudo

No existe distancia física que impida el abrazo de las almas

El Ingenioso Cortázar

Published by Ariesky Castillo under on 11:30


En este mes de agosto me he visto en la obligación de hacer dos excepciones en mi antología de poetas cubanos para comentar sobre dos escritores argentinos que han tenido una gran influencia en mi humilde formación literaria: El primero fue Jorge Luis Borges, de quien hablé hace unos días, y el segundo, Julio Cortázar, de quien pienso hablarles hoy, pues el pasado 26 de agosto se cumplieron 95 años de su nacimiento. Julio Cortázar (Bruselas, 1914- Paris, 1984), es uno de los escritores argentinos más importante de todos los tiempos. Realizó estudios de Letras y de Magisterio y trabajó como docente y traductor en varias ciudades del interior de Argentina. En 1951 fijó su residencia definitiva en París, desarrollando desde allí una obra literaria única dentro de la lengua castellana. Algunos de sus cuentos figuran entre los más perfectos del género. Rayuela conmocionó el panorama cultural de su tiempo y marcó un hito insoslayable dentro de la narrativa contemporánea. Murió en Paris a los 70 años de edad. Entre sus obras se destacan: Bestiario (cuentos), 1951; Fin de Juego (cuentos), 1956; Los Premios (novela), 1960; Historia de Cronopios y de Famas (cuentos), 1962. Rayuela (novela), 1963; Todos los Fuegos el Fuego (cuentos), 1967; El Perseguidor y otros Cuentos (cuentos), 1967; 62: Modelo para Armar (novela), 1968; Libro de Manuel (novela), 1973; Octaedro (cuentos), 1974; Un tal Lucas (cuentos), 1979; Queremos tanto a Glenda (cuentos), 1980; Deshoras (cuentos), 1982.


Caballero Andante de la Poesía

Published by Ariesky Castillo under on 11:24




El pasado 16 de agosto se cumplieron 195 años del nacimiento de José Jacinto Milanés (Matanzas 1814-1863). Caballero andante de la poesía, lírico de inspiración, moralista de pensamiento, patriota declarado, este hombre vestido siempre de negro con barba, bigote y largos cabellos oscuros se hundió en una noche con veinte años, y fue entonces mito, y se tejió la leyenda del loco de la calle de Gelabert. Fue el primogénito de una familia numerosa y de escasos bienes de fortuna. Asistió a la escuela de Ambrosio José González; y aprendió el latín con Francisco Guerra Betancourt, a quien sustituyó algunas veces en su cátedra. El resto de su educación fue obra personal. Conocía a la perfección el italiano y el francés. Se inició de niño en el conocimiento del teatro clásico español a través del “Tesoro del teatro español” de Quintana, regalo de su padre. Comenzó a escribir desde muy joven ensayos dramáticos. Trabajó en Matanzas con su tío político Don Simón de Ximeno, casado con una hermana de su madre, el cual en 1832 le consiguió un empleo en el escritorio de una ferretería en La Habana. En 1833, al estallar la epidemia de cólera en La Habana, regresó a su ciudad natal. Al año siguiente llegó a Matanzas Domingo del Monte, cuya amistad constituyó un poderoso estímulo literario para él. En 1836, al regresar Del Monte a La Habana, lo invitó en más de una ocasión a pasar temporadas en su casa, donde se relacionó con los escritores que frecuentaban su tertulia. Allí pudo ampliar, a través de la biblioteca de Del Monte, su cultura clásica y moderna, y comenzó su período de mayor actividad literaria, que abarca los años 1836-1843. Publicó en el Aguinaldo Habanero (1837) su famoso poema “La Madrugada” y otras poesías. Aparecieron colaboraciones suyas en casi todas las revistas habaneras: El Plantel (1838), El Álbum (1838, 1839), La Cartera Cubana (1839), El Prisma (1846), Flores del Siglo (1846), El Artista (1848), Revista de la Habana (1853, 1856), Revista Universal (1860). En Matanzas colaboró en La Aurora y El Yumurí. En 1838 se estrenó en La Habana, con éxito de crítica, su drama El Conde Alarcos. Este estreno le produjo su primera crisis nerviosa. Nunca accedió a ver la obra en escena. Con esta obra se situó entre los primeros que cultivaron el drama romántico en lengua española. En noviembre de 1839 unas fiebres le atacan el cerebro y lo mantienen inválido durante más de dos meses. En 1840 termina Un poeta en la corte, que la censura impidió publicar hasta 1846. Entre sus obras de teatro también se cuentan "Por el puente o por el río", que no llegó a concluir, y "Una intriga personal", extraviada definitivamente. El mismo año de 1840 empezó a publicar sus cuadros de costumbres en verso, El mirón cubano, precedentes del teatro costumbrista, que siguió publicando en 1841 y 1842. Por influencia de Del Monte obtuvo el cargo de secretario en la compañía del Ferrocarril de Matanzas a Sabanilla, cargo que tuvo que abandonar en 1843 por motivos de salud. A partir de esa fecha permaneció recluido en su casa, al cuidado de su hermana Carlota. Comprometido desde hacía diez años con la Srta. Dolores Rodríguez Valera, rompió este compromiso al enamorarse de su prima de 14 años Isabel Ximeno. A esta ruptura y al desaire que sufrió por parte de la familia de su prima se atribuyen los primeros síntomas del desequilibrio mental que padeció hasta su muerte. Otros biógrafos lo atribuyen a factores hereditarios. Acompañado por su hermano Federico inició, en mayo de 1846 y costeado por sus admiradores y amigos, un viaje a los Estados Unidos, a Londres y a París, con la esperanza de que recobrase su salud. Regresaron en noviembre de 1849. Algo mejorado, escribió ya pocos versos, sin lograr igualar los de sus primeros tiempos. En 1852 su enfermedad sufrió nueva crisis que lo hizo caer en un mutismo casi completo. En él vivió once años, hasta su muerte. Junto con su hermano Federico publicó Los cantares del montero, que firmó como Miraflores, mientras su hermano lo hacía como El camarioqueño. También utilizó el seudónimo Florindo en unos versos publicados por la Aurora de Matanzas en 1836.

El Mar

¡Oh, qué bello es el mar cuando en oriente
su mansa ondulación el sol platea!...
El delicioso azul que lo hermosea
no se puede pintar, sólo se siente.
¿Y qué diré, cuando el planeta ardiente,
tendido en el ocaso, centellea?
Parece que suspira y clamorea
porque el astro gentil no se le ausente.
Y si después al descender la luna
lo vemos, ¿quién traducirá el acento
con que nos habla el mar?... No hay voz alguna.
¿Quién pintará el augusto movimiento
con que agita las olas una a una
del manto deslumbrante y opulento?

El Gran Borges

Published by Ariesky Castillo under on 12:38



En este blog me he caracterizado por hablar solamente de los poetas cubanos, sin embargo hoy, con el permiso de mis lectores, no quiero pasar por alto el 110 aniversario del nacimiento de ese poeta y escritor argentino, que tanto me inspiró a buscar y descubrir la magia que habita en el maravilloso mundo de los libros: el gran Jorge Luis Borges (Buenos Aires, Argentina, 1899 - Ginebra, Suiza, 1986). Creo que todos los escritores hemos aprendido algo de Borges, lo mismo en la aguda visión y comprensión que muestra en sus ensayos, como en la riqueza fantástica e inagotable de su narrativa, así como también en las profundas imágenes y erudicción que derrocha en sus poesías. Con la publicación en 1923 del poemario “Fervor de Buenos Aires” Borges inició un basto y original ejercicio literario que le permitió alcanzar una merecidícima atención y notoriedad en todos los lectores del mundo. Ensayos como Historia de la Eternidad (1936) y Otras Inquisiciones (1952); los relatos de Ficciones (1944), El Aleph (1949); la poesía de El hacedor (1960) o de La Cifra (1981), entre otros, bastan para confirmarlo como una de las voces mayores de la literatura hispanoamericana. Premios como el de El Congreso Internacional de Escritores, Formentor, (1961), Miguel de Cervantes, España, 1980 y numerosas designaciones honoríficas recibidas son algunos de los numerosos reconocimientos a la innegable trascendencia de su legado estético. “Hombre desgarrado hasta el escándalo por sucesivas y contrarias deslealtades” se llamó a sí mismo Jorge Luis Borges, lo que encarnó en los bruscos giros de su faena literaria: giros que lo llevaron, por ejemplo, a prescindir en las distintas ediciones de sus Obras Completas de varios libros iniciales de sus ensayos, y a prescindir también de muchos poemas de sus primeros libros de versos, o a modificarlos con rudeza. Pero una lealtad constante tuvo Borges: la pasión de la literatura. Esa pasión lo hizo un lector voraz, mientras se lo permitieron sus ojos, y escuchador no menos voraz cuando le sobrevino la ceguera; por otra parte escribió sin desmayo (o dictó, ya ciego) textos variadísimos, en prosa y en verso: textos con frecuencia de un rigor y una felicidad expresiva que hicieron de él uno de los mayores escritores del siglo pasado.




La Más Insigne Elegíaca de Nuestras Líricas

Published by Ariesky Castillo under on 12:17


El próximo 25 de agosto se conmemorará el 174 aniversario del natalicio de la poetisa cubana Luisa Pérez de Zambrana (1835- 1922), quien a temprana edad influyó significativamente en el periodo romántico de su época. Nació en la finca El Melgarejo, cerca de las minas de El Cobre, Santiago de Cuba. Huérfana de padre tempranamente, se mudó con su familia a la ciudad de Santiago donde inició su labor poética. Es una de las poetisas de las que se dice "nació con el don de la poesía" y está considerada entre las mejores de Cuba e Hispanoamérica. A la edad de 14 años compuso su primer poema “Amor Materno”, que recogió en un cuaderno publicado con la ayuda de los intelectuales que la rodeaban -y admiraban su poesía- en Santiago. Colaboró con los periódicos más importantes de la provincia como El Orden, El Diario y El redactor. En 1856, con prólogo de Federico García Copley publicó su primer tomo de “Poesías”. El libro dio la vuelta a la Isla, y ya en La Habana, el intelectual Don Ramón Zambrana quedó prendido de su obra, yendo a Santiago de Cuba para conocerla y comprometerse con ella, una vez que la conoció por una foto, para luego llevársela a La Habana donde formaron hogar y tuvieron cinco hijos. En La Habana colaboró con El Caleidoscopio que había fundado su esposo, aunque también con El Aguinaldo Habanero y Album Cubano de lo Bueno y de lo Bello. Por sus grandes dotes poéticas y su gracia y finura, Luisa fue elegida para coronar a la gran Gertrudis Gómez de Avellaneda en el Teatro Tacón en 1860. A causa de que su vida estuvo marcada por la presencia constante de la muerte, ya que perdió a su esposo y a sus cinco hijos paulatinamente entre 1886y 1898, su obra estuvo llena de sensibilidad, melancolía, pasión y ternura, con reflexiones religiosas y de toque filosófico sobre la muerte: estas dos últimas características se dan a notar en sus elegías. En el año 1918, recibió un homenaje por parte del Ateneo de La Habana y posterior a esto apareció una nueva edición de sus poesías con prólogo de Enrique José Varona quien la bautizó como "la más insigne elegíaca de nuestras líricas". Fue fundadora del Liceo Artístico y Literario de Regla. Sus obras fueron premiadas en los selectos Juegos Florales de la ciudad de Madrid. Entre dichas obras se encuentra el libro de oraciones llamado "Devocionario", "La vuelta al bosque", "Dolor supremo", "Martirio". De ella dijo José Martí: "se hacen versos de la grandeza, pero sólo del sentimiento se hace poesía". Vivió sus último años en el municipio habanero de Regla, donde murió el 25 de mayo de 1922.





LA MELANCOLIA

Yo soy la virgen que en el bosque vaga
al reflejo doliente, de la luna,
callada y melancólica, como una
poética visión.
Yo soy la virgen que en el rostro lleva
la sombra de un pesar indefinible;
yo soy la virgen pálida y sensible
que siempre amó el dolor.


Yo soy la que en un tronco solitario,
reclino, triste, la cansada frente,
y dejo sosegada y libremente
mis lágrimas rodar.
Soy la que de un lucero, al brillo puro,
con las manos cruzadas sobre el seno,
me paro a contemplar del mar sereno
la triste majestad.


Yo soy el ángel que contempla ínmóvil
en el cristal del lago, su quebranto,
y en el agua, las gotas de su llanto
móvil onda formar.
Yo soy la aparición blanca y etérea
que a la montaña silenciosa sube,
y allí, bajo las alas de una nube,
se sienta a sollozar.


Yo soy la celestial “Melancolía”,
que llevo siempre en mis facciones bellas
de las tibias y cándidas estrellas
la dulce palidez.
Y que anhelo sentada en los sepulcros,
sentír, al suave rayo de la luna,
las perlas de la noche, una por una,
en mi frente caer.


Y doblando mi rostro de azucena,
en un desmayo blando y halagüeño,
cerrar los ojos al eterno sueño,
tranquila y sin pesar.
Y apoyada en un árbol la cabeza,
a su sombra sentada, blanca y fría,
que me encuentren sonriendo todavía,
mas ya sin respirar.

El Crítico

Published by Ariesky Castillo under on 14:46



Hoy quisiera compartir con ustedes los datos de un poeta, a quien se le atribuye la categoría de haber sido el primer crítico profesional de Cuba. Domingo del Monte nació en Maracaibo, Venezuela, el 4 de Agosto de 1804 y su primera residencia en nuestra isla fue Santiago de Cuba en 1810. En1816 ingresó en el Seminario de San Carlos y en 1819 en la Universidad de la Habana. Allí conoció a José María Heredia, cuya amistad cultivó durante casi toda su vida. Colaboró en El Americano libre, El Revisor Político y Literario, El Observador Habanero. En 1823 ocupó por breve tiempo el cargo de secretario del Juzgado de Guane, en Pinar del Río. En 1827 se graduó de Licenciado en Derecho Civil. Trabajó en el bufete de Nicolás María de Escobedo, con cuya ayuda económica emprendió un viaje a Estados Unidos y a Europa. Conoció a personajes europeos y americanos de la política y de las letras, con los que sostuvo una correspondencia importante. A mediados de 1829 regresó a La Habana, donde fundó, en compañía de Jesús Villariño, La Moda; o, Recreo semanal del bello sexo. En compañía de Bachiller y Morales publicó El Puntero Literario en 1830. “En su casa, tanto en la ciudad yumurina como cuando vivió en la Habana, se reunían los mejores cerebros de la época: Jorrín, Poey, Govantes, los Milanés, Santos Suárez, Zambrana y otros más. Coleccionaba poesías de los autores españoles y cubanos más notables, siendo Del Monte un conocedor profundo de la literatura y de la Historia de España. Ingresó en la Sociedad Económica de Amigos del País, donde ocupó diversas secretarías y promovió la creación de la Academia Cubana de Literatura. Colaboró en la Revista Bimestre. Publicó en La Aurora de Matanzas y en El Pasatiempo y formó parte de la Sociedad Patriótica. En 1836 se radicó en La Habana. Su casa fue centro, de la vida intelectual del país. Creó un famoso sistema de tertulias, en el cual se leía la obra de todos los que participaban, hasta incluso las pruebas de galera. Allí se le hacía crítica de corte constructivo que mejoraba considerablemente la redacción de las obras que eran expuestas. Entre los principales asistentes a estas reuniones se encontraban José Jacinto Milanés, José Manuel de Cárdenas y Juan Francisco Manzano, este último era un negro esclavo que gracias a del Monte pudo alcanzar la libertad. Colaboró en El Eco de Madrid, España, en el Aguinaldo Habanero, El Álbum y El Plantel 1838, donde publicó sus estadísticas sobre la educación primaria y su artículo “Moral religiosa” que dio inicio a una polémica con José de la Luz y Caballero. Redactó el Proyecto a la Reina de España en nombre del Ayuntamiento de la Habana pidiendo leyes especiales para Cuba 1838. Ese año fue nombrado miembro honorario de la Academia de la Historia de París. Según Calcagno, fue también miembro de la Academia de Historia de Madrid y de la Sociedad de Estadística. Fue visto con recelo por las autoridades españolas debido a su amistad con el cónsul inglés Turnbull. Tuvo que abandonar Cuba y partió hacia Filadelfia 1842. Acusado por Plácido (Gabriel de la Concepción Valdés) ante los jueces de la Conspiración de la Escalera, fue llamado a presentarse ante el Tribunal Militar. Decidió permanecer en París, donde publicó, en Le Globe (1844), una carta justificatoria en la que propone como solución al problema de la esclavitud, el trabajo de blancos libres. En 1845 O'Daniel desatendió su solicitud de regresar a Cuba. Combatió la propaganda anexionista. Se le trató de implicar, al igual que a José Antonio Saco, en las actividades del Club de Anexionistas de Madrid. Se le desterró de la capital, a la cual regresó en 1852. Falleció en la ciudad española de Madrid, el día 4 de noviembre de 1853. Pasado un año, sus restos fueron trasladados a La Habana. Dejó inéditos varios trabajos. Su correspondencia fue recogida por la Academia de la Historia de Cuba en 7 tomos, bajo el título Centón epistolario de Domingo del Monte.



Fragmentos de
El Veguero



Al tabaco cantemos, riqueza del cubano
y del mundo delicia apetecida:
consuelo del humano
que en amargos extremos
y de penas el alma combatida,
a la pipa querida
se llega, y por encanto al fumar deleitoso
cesa su doloroso
incómodo penar y triste llanto.
Del orbe fumadores,
al tabaco entonad dignos olores.
..........

El humo suave, oliente del puro peregrino
halaga ya mi olfato delicado
y mi arrugada frente
al grato olor divino
despejado se esparce. Alborozado
recuerdo sin cuidado
mis años juveniles:
Amistad y amoríos
por necios extravíos
los juzgo y por errores infantiles:
mi cítara y mis puros
amigos son y amantes más seguros.
..........

El Trovador Cubano

Published by Ariesky Castillo under on 12:43



Hoy quisiera hablarles de quien fue considerado el fundador de la poesía popular, el primero entre nosotros que extrajo su poema de lo popular, de sus ritmos y sus fiestas. Por lo que fue conocido con el nombre de “El Trovador Cubano”. Francisco Poveda y Armenteros nació en La Habana en 1796. Pasó la mayor parte de su vida en Sagua la Grande. La vida fue muy difícil para él, teniendo que acudir a los más diversos oficios y ocupaciones para librar el sustento. Fue sabanero, peón de ganado, actor dramático, capitán de partido, amanuense, profesor de instrucción primaria, empleado de ingenios y cafetales, hasta llegar a los 83 años, a cuya edad tuvo que vender viandas en la villa donde residía. En 1830, siendo actor de la calle de Cienfuegos en La Habana, publicó “La Guirnalda Habanera”, coleccíon de sus poesías. Su estilo era fácil; su labor fecunda, y su inspiración ruda y extraordinaria. También en 1830 publicó sus "Poesías a Cuba"; un año más tarde "Rosas de amor". En 1863 se imprimió en Sagua la Grande una colección de sus obras, aunque incompleta, entre las que se encuentran las composiciones "A una madre", "Descripción de los guajiros", "La vida del mayoral" y "La chorrera del guamá".Poveda murió en Sagua la Grande en 1881. Fue fundador de la tendencia llamada criollista, que expresa la vida del campo, los juegos y amores de los campesinos, poniendo, con frecuencia, como dice Max Henriquez Ureña, “en acción y movimiento una vasta utilería de tipo localista". Poveda tuvo siempre un especial orgullo en considerarse el fundador de esa tendencia criollista. Cultivó el romance, pero acaso fuera en la décima donde expresó sus mejores momentos poéticos.






Fragmentos de
"Descripción de los Guajiros"


....


En estos mis versos llanos
las clases describiré,
y si a Cuba antes canté,
hoy cantaré a los cubanos,
si mis esfuerzos son vanos,
si no alcanza mi razón
a formar la descripción
con la debida belleza,
culpad sólo a la pobreza
que tiene mi inspiración.




Sentadas, pues, estas bases,
también demostrar aspiro
que no se pinta al guajiro
en una, sino en tres clases,
musa, adelante no pases
sin distinguirlas primero:
una, guajiro estanciero,
y segunda el mayoral;
tercera y más general,
el guajiro sabanero.


.......

La Radio de la Blogosfera Cubana e Internacional

Published by Ariesky Castillo under on 11:59

Les anuncio que la tripulación ha creado una emisora de radio online dirigida a quienes leen o escriben en los blogs, a aquellos que buscan una voz diferente y acorde con el pensamiento de la generación cubana nacida en el 80. Los invito a que nos escuchen en el primer programa que sale este miércoles 12 a las 5:00 pm ET, 4:00 pm CT, 3:00 pm PT tiempo de USA y a las 12:00 pm en España. Pueden escucharnos solamente 500 personas, si no consigue entrar a tiempo, sepa que retransmitiremos el programa jueves y viernes a la misma hora. Estos son los enlaces:
http://ubroadcast.com/channel/radio_chan_channel/radio_chan_chan
http://www.radioblogchanchan.blogspot.com/an.blogspot.com/
http://www.marcopolocubano.blogspot.com/.blogspot.com/
Pueden también seguir el enlace del canal en mi perfil en FB si así lo desean. Espero contar con su apoyo y asistencia en dos horas divertidas y polémicas.

Precursor del Soneto en Cuba

Published by Ariesky Castillo under on 11:27


Yo me considero un amante del soneto. Admiro a los poetas que logran transmitir lo que sienten a través de un género tan exigente, con una poderosa cadencia rítmica que logra, mágicamente, con estas estrofas de catorce versos en total, que toda la composición se quede en la memoria de los lectores. Por eso me gustaría hablar hoy de Manuel Justo de Rubalcava (1769-1805). Este poeta cubano se considera uno de los primeros sonetistas de la isla. Nació en Santiago de Cuba. Cursó estudios en la escuela primaria del maestro Escobar y los estudios superiores en el Seminario de San Basilio, también estudió el latín con su hermano el Padre José Ángel de Rubalcava, que era sacerdote. Ingresó en el ejército y participó en la campaña contra los franceses por el control de Santo Domingo. Al regreso a Cuba abandonó la carrera militar y se dedicó más de lleno al arte y la literatura. Talló imágenes religiosas en madera, copió lienzos y compuso versos, mas lo que ganaba no le permitía vivir nada más que sumido en una gran pobreza. Murió aún siendo joven en 1805 y con su muerte prematura se perdió casi toda su producción artística. Colaboró en varias revistas y periódicos, como El Noticioso. Fue autor de la conocida Silva cubana y, en particular, del largo poema La muerte de Judas. Observamos gran variedad de formas métricas y temas, pero sobresale por sus temas morales y bíblicos, como los noventa y un cantos que componen su obra La muerte de Judas. Este poema se reprodujo en varios periódicos, como El Diario de la Habana y El Semanario Cubano y en segmentos en libros antológicos. Algunas de las pocas poesías que han llegado hasta nosotros y que se le atribuyen son cuestionadas como realmente suyas. Su poesía goza de características semejantes a la obra de Zequeira, su amigo. Se le ha atribuido el excelente poema "Silva cubana", asignado sin muchas pruebas a un Dr. Creagh, al parecer residente en Guantánamo, de quien se desconoce otro texto o más datos personales. Este poema (también denominado "Las frutas de Cuba") se corresponde muy bien con el movimiento lírico que Andrés Bello desarrollaba en Suramérica y descubre elementos identitarios ya definidos del criollo.
Rubalcava es un buen sonetista, autor de "A Nise, bordando un ramillete", que resulta por su calidad casi la inauguración de la brillante tradición del soneto en Cuba.



A Nise, Bordando un Ramillete


No es la necesidad tan solamente
Inventora suprema de las cosas,
Cuando de entre tus manos primorosas
Nace una primavera floreciente.


La seda en sus colores diferente
Toma diversas formas caprichosas,
Que aprendiendo en tus dedos a ser rosas
Viven sin marchitarse eternamente.


Me parece que al verte colocada
Cerca del bastidor, dándole vida,
Sale Flora a mirarte avergonzada;


Llega, ve tu labor mejor tejida
Que la suya de abril, queda enojada,
Y sin más esperar, vase corrida.

El Primer Poeta Cubano

Published by Ariesky Castillo under on 10:30


El próximo 28 de agosto se conmemorarán 245 años del natalicio de quien ha sido considerado, por su calidad, vocación y por el conocimiento estudioso de su instrumento poético, el primer poeta cubano en el tiempo: Manuel de Zequeira y Arango (1764 – 1846). Nació en La Habana. Procedía de familia noble y pudiente. Aprendió las primeras letras en su propio hogar. En 1774 ingresó en el Seminario San Carlos. En ese mismo Seminario estudió historia, literatura y la cultura latina. Diez años más tarde se asoció al Regimiento de Infantería de Soria, España. A la edad de 28 años escribió y publicó poemas y ensayos literarios en varios periódicos de La Habana. Participó en muchas expediciones militares, tanto en Cuba como en las Antillas, pasando más tarde a Venezuela y al Virreinato de Nueva Granada. Debido a su participación en las guerras recibió algunos honores. Después de sus correrías militares, vuelve a La Habana, en donde contrae matrimonio. Colaboró en El Aviso de La Habana, El Criticón de la Habana, El Mensajero político económico y literario de La Habana, El Noticioso Mercantil, El Observador Habanero y La Lira de Apolo. En 1821 se trasladó a Matanzas, en función de coronel. Allí le aparecieron los primeros indicios de locura, de la cual no se podrá restablecer. Enloquece con un bello capricho, cree que se torna invisible al ponerse un sombrero. Pero la anécdota tiene más importancia que una muestra de razón aberrante, pues el hecho llegó al pueblo, su captación fue mágica e inmediata. Cuando alguien intenta postergarlo, no oirle la protesta por alcanzar sus derechos, exclama: “Yo no me he puesto el sombrero de Zequeira”. También, dentro de su bella locura, se cree depositario de las joyas de la corona; se cree miembro de la familia real y exije, según Guiteras, que es el que lo relata, que intercale el apellido Borbon antes que el suyo. Pero ninguno de estos delirios lo lleva a perder el sentido de su cubanía, no sólo cuando elogia la más bella de nuestras frutas, la piña, sino que en sus décimas lo cubano se apodera de sus estrofas, ofreciendo en el juego de lo grotesco temas que parecen de comparsa. En Cuba sus poesías fueron editadas con las de Manuel Justo Rubalcava en 1964, cumpliéndose 200 años de su nacimiento, gracias a la Comisión Nacional Cubana de la UNESCO. Un caso curioso a notar es que, por lo menos, utilizó unos veinte seudónimos como noms-de-plume. Fue uno de los cubanos que más trabajó para la Sociedad Patriótica, que después habría de ser la Real Sociedad Económica de Amigos del País, donde coloboró con su amigo el Dr Tomás Romay, quien a la muerte de Zerqueira le dedicara un artículo muy sentido. Ambos trabajaron en la redacción del Papel Periódico. Hoy siento que le hago un homenaje a su poesía que ha sobrevivido tantos años y me entristece que muy pocos conozcan su obra. Aquí está uno de sus sonetos:


A LA VIDA
Vida, que sin cesar huyes de suerte
Que no eres de ningún bien merecedora.
¿Por qué quieres llevarme encantadora
Con alegre esperanza hasta la muerte?


Si el tiempo que risueña te divierte
Es el mismo al fin que te devora
Por qué te he de apreciar si a cada hora
Se me acerca el momento de perderte.


Mas, ¿qué pierdo en perderte? La vil parte
De la miseria humana, el cuerpo indigno
Que debieras más bien de él alejarte,


Si a más vida, mas males imagino
Ya me puedes dejar, que yo en dejarte
Harto que agradecer tengo al destino.

El poeta que escribía "Gazapos"

Published by Ariesky Castillo under on 13:09


Recuerdo que mi abuelo coleccionaba la revista Bohemia y lo que más le entretenía eran los crucigramas, con los que yo tambián colaboraba para que mi abuelo no tuviera que esperar la solución en la próxima edición. Lo que no se imaginaba mi abuelo era que mi interés por leer la revista Bohemia se fortalecía con aquel ejercicio donde me llamó particularmente la atención una sección llamada “Gazapos”, escrita por José Zacarías Tallet(Matanzas 1893 - La Habana 1989). Luego supe que en este escritor se hospedaba un gran poeta. Escribió poemas, crónicas y artículos con una gracia y originalidad tal, que dejaron honda huella en la literatura y el periodismo cubanos. Tallet hizo estudios primarios y algunas asignaturas de los secundarios, latín y griego con los Padres Paúles, en su ciudad natal. Entre 1912 y 1915 estuvo en el Heffley Institute of Comerce, de Brooklyn, donde se graduó de contador y perito mercantil. Permaneció en Estados Unidos hasta 1917. En su estancia norteamericana echó las bases de su cultura autodidacta. Llegó a ser un erudito en áreas diversas (Historia y lengua española, sobre todo). De vuelta a su patria realizó en La Habana trabajos disímiles: oficinista, tenedor de libros, secretario, cajero, escribiente... hasta que en 1926 ingresó profesionalmente en el periodismo, labor que no abandonaría nunca. Fue traductor de cables, jefe de departamento y director del magazine del periódico El Mundo (1927-1933); sub director del diario Ahora (1933-1935); editorialista de El noticiero mercantil (1936); redactor de la revista Baraguá (1937); articulista y cronista en El País y El Mundo durante muchos años. Fue miembro del consejo de dirección de la revista Venezuela Libre (1925) y editor de la Revista de Avance (1927-1928). Además, colaboró con infinidad de publicaciones. Publicó sus primeros poemas en 1923, en dos revistas, e inmediatamente tomó reconocimiento. Su nombre comienza a figurar en Antologías desde 1926. En 1928 escribe «La rumba», uno de los primeros textos de la poesía negra, el cual difundiera internacionalmente Berta Singerman. Sin embargo, hasta 1951, en que aparece La semilla estéril, no logra ver su poesía reunida en un libro. Después de muchos años de silencio, en 1965 emerge una nueva generación poética en Cuba que lo reconoce como uno de sus padres inspiradores y el poeta renace. Por su prestigio intelectual, Tallet integró, desde su fundación en 1943, el claustro de profesores de la Escuela Profesional de Periodismo «Manuel Márquez Sterling». En 1959 fue nombrado director de la misma. En 1960 dirigió un departamento de política regional en el ministerio de relaciones exteriores. En 1968 se retiró oficialmente del periodismo, pero siguió colaborando con la revista Bohemia en la sección "Gazapos", dando continuidad a una labor que comenzara en El Mundo para contribuir a la limpieza del idioma español. Cada semana, en un breve párrafo, mostraba su erudición, su sentido del humor, su genialidad. Así fue hasta que dijo: «Adiós, hermanos, adiós, ¡hasta que ñanguere!» En 1984, José Zacarías Tallet recibió el Premio Nacional de Literatura. En ese mismo año le fue otorgado el título de Doctor Honoris Causa en la Universidad de La Habana. Por su contribución al periodismo, mereció la medalla Julius Fucik, por la OIP. Cuando lo sorprendió la muerte, a los noventa y seis, Tallet llevaba muchos años tuteándola, burlándola, trascendiéndola.


EL CORAZÓN PROFUNDO


Cualquier niño dormido

habla mejor que un hombre despierto.

Es que nuestra palabra es más pequeña que su sombra

y nuestra rosa más pequeña que su cuerpo.

Es una rosa que no es rosa,

un cuerpo que no es un cuerpo...

Los caminos que duermen en los ojos de un niño

corren más a la espuma de la rosa que el sueño.

Un niño ríe y canta

en la rama del hombre verdadero.

¡En esa rama todo lo que canta

es el niño que en ella está durmiendo!