El Centauro Bigotudo

No existe distancia física que impida el abrazo de las almas

La Más Insigne Elegíaca de Nuestras Líricas

Published by Ariesky Castillo under on 12:17


El próximo 25 de agosto se conmemorará el 174 aniversario del natalicio de la poetisa cubana Luisa Pérez de Zambrana (1835- 1922), quien a temprana edad influyó significativamente en el periodo romántico de su época. Nació en la finca El Melgarejo, cerca de las minas de El Cobre, Santiago de Cuba. Huérfana de padre tempranamente, se mudó con su familia a la ciudad de Santiago donde inició su labor poética. Es una de las poetisas de las que se dice "nació con el don de la poesía" y está considerada entre las mejores de Cuba e Hispanoamérica. A la edad de 14 años compuso su primer poema “Amor Materno”, que recogió en un cuaderno publicado con la ayuda de los intelectuales que la rodeaban -y admiraban su poesía- en Santiago. Colaboró con los periódicos más importantes de la provincia como El Orden, El Diario y El redactor. En 1856, con prólogo de Federico García Copley publicó su primer tomo de “Poesías”. El libro dio la vuelta a la Isla, y ya en La Habana, el intelectual Don Ramón Zambrana quedó prendido de su obra, yendo a Santiago de Cuba para conocerla y comprometerse con ella, una vez que la conoció por una foto, para luego llevársela a La Habana donde formaron hogar y tuvieron cinco hijos. En La Habana colaboró con El Caleidoscopio que había fundado su esposo, aunque también con El Aguinaldo Habanero y Album Cubano de lo Bueno y de lo Bello. Por sus grandes dotes poéticas y su gracia y finura, Luisa fue elegida para coronar a la gran Gertrudis Gómez de Avellaneda en el Teatro Tacón en 1860. A causa de que su vida estuvo marcada por la presencia constante de la muerte, ya que perdió a su esposo y a sus cinco hijos paulatinamente entre 1886y 1898, su obra estuvo llena de sensibilidad, melancolía, pasión y ternura, con reflexiones religiosas y de toque filosófico sobre la muerte: estas dos últimas características se dan a notar en sus elegías. En el año 1918, recibió un homenaje por parte del Ateneo de La Habana y posterior a esto apareció una nueva edición de sus poesías con prólogo de Enrique José Varona quien la bautizó como "la más insigne elegíaca de nuestras líricas". Fue fundadora del Liceo Artístico y Literario de Regla. Sus obras fueron premiadas en los selectos Juegos Florales de la ciudad de Madrid. Entre dichas obras se encuentra el libro de oraciones llamado "Devocionario", "La vuelta al bosque", "Dolor supremo", "Martirio". De ella dijo José Martí: "se hacen versos de la grandeza, pero sólo del sentimiento se hace poesía". Vivió sus último años en el municipio habanero de Regla, donde murió el 25 de mayo de 1922.





LA MELANCOLIA

Yo soy la virgen que en el bosque vaga
al reflejo doliente, de la luna,
callada y melancólica, como una
poética visión.
Yo soy la virgen que en el rostro lleva
la sombra de un pesar indefinible;
yo soy la virgen pálida y sensible
que siempre amó el dolor.


Yo soy la que en un tronco solitario,
reclino, triste, la cansada frente,
y dejo sosegada y libremente
mis lágrimas rodar.
Soy la que de un lucero, al brillo puro,
con las manos cruzadas sobre el seno,
me paro a contemplar del mar sereno
la triste majestad.


Yo soy el ángel que contempla ínmóvil
en el cristal del lago, su quebranto,
y en el agua, las gotas de su llanto
móvil onda formar.
Yo soy la aparición blanca y etérea
que a la montaña silenciosa sube,
y allí, bajo las alas de una nube,
se sienta a sollozar.


Yo soy la celestial “Melancolía”,
que llevo siempre en mis facciones bellas
de las tibias y cándidas estrellas
la dulce palidez.
Y que anhelo sentada en los sepulcros,
sentír, al suave rayo de la luna,
las perlas de la noche, una por una,
en mi frente caer.


Y doblando mi rostro de azucena,
en un desmayo blando y halagüeño,
cerrar los ojos al eterno sueño,
tranquila y sin pesar.
Y apoyada en un árbol la cabeza,
a su sombra sentada, blanca y fría,
que me encuentren sonriendo todavía,
mas ya sin respirar.

4 comentarios:

Félix dijo... @ 22 de agosto de 2009, 19:41

Hola Ariesky,

Gracias por anunciar la efeméride que se avecina, el aniversario 174 del natalicio de la santiaguera, aunque la fecha de su nacimiento no se sabe con certeza, por eso se calcula que haya sido en 1835 y no en 1837 como señalas en tu post. Es una historia larga de explicar.
Has escogido un maravilloso poema de LPZ para el homenaje, pues es toda una premonición de lo que sería su vida. No es un poema nacido del dolor posterior tras enviudar y tras perder a sus hijos, sus hermanas, su madre, e incluso algunos de sus nietos. "La melancolía" es un poema que publica en la edición de 1860, la misma que prologó la Avellaneda. A quien por cierto, no sólo fue escogida para coronar por las dotes que refieres, sino por la amistad que sostenía con su esposo Ramón Zambrana, uno de los primeros que recibieron a la Avellaneda en sociedad a su arribo a La Habana en noviembre de 1859 del brazo de Domingo Verdugo.
Bueno, hay muchos detalles de la vida de la escritora que son desconocidos, quizás como su propia obra, de la cual se manejan sólo algunos versos famosos. Desde aquí te adelanto un gran saludo y la promesa de revelar muy pronto muchos más detalles de la vida de esta extraordinaria cubana. Gracias por participar de la celebración y del recuerdo.

Ariesky Castillo dijo... @ 23 de agosto de 2009, 7:21

Gracias Félix por tu comentario. Tienes mucha razón, la fecha es 1835 y ya lo arreglé. Saludos.

Anónimo dijo... @ 24 de agosto de 2009, 11:32

La historia de amor, esa fue la que realmente me ha hecho enamorarme de tu comentario. Antes las cosas tenian una magia espacial, como a historia de este hombre que va a conocer a Luisa despues de leer un poema suyo y luego se casa con ella, eso es magia...eso es algo que desgraciadamente no tenemos en nuestros dias, salvo por contadas excepciones
gracias,
Indira

Félix dijo... @ 24 de agosto de 2009, 15:44

Indira,
Bueno, en realidad Ramón Zambrana, médico de gran prestigio en el país, conoció a Luisa a través del primer libro publicado por la santiaguera en 1857, él era veinte años mayor que ella y se siente seducido por esos poemas. Por supuesto, se intriga ante la identidad de la joven y con el pretexto de una publicación le pide un retrato que ella le manda. Sostuvieron una intensa correspondencia, hasta que él, ya claro en lo que sentía (como aparece en sus testimonios de entonces), decide "lanzarse" a Santiago de Cuba. No se habían visto antes. Pero en 18 días, después de llegar Ramón Zambrana, contrajeron matrimonio. Se le declaró con un poema, que fue publicado al año siguiente en el periódico que él mismo dirigía. Fue una hermosa historia, aunque trágica. Y por supuesto no es un amor como los de hoy, pues este estaba basado en una fe cristiana que hoy se ha perdido... aunque si te pones a pensar, es como ocurre con aquellas personas que se conocen a través de un chat. Salvando las distancias, obviamente. Un saludo.

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